Victoria en el valle de la
bendición
Dios desea que descansemos en Él en medio de las crisis |
Fernando
Alexis Jiménez
¿Ha estado alguna vez en
una crisis a la que no encuentra salida? ¿Los problemas se agigantaban mientras
más pensaba en ellos? Sin duda todos hemos estado en una situación así. ¿Qué
hacer? ¿Hay un camino en medio de la encrucijada?
Un rey en la antigüedad probó
que es posible superar los problemas, por más grandes que parezcan. Me refiero
a Josafat, quien gobernaba Judá. El momento difícil que atravesó y de qué
manera salió airoso, lo relatan las Escrituras en 2 Crónicas 20:1-37.
¿Qué hacer? Volvernos a
Dios. Ese es el camino. Fue la alternativa a la que acudió el rey Josafat
(vv.3-5). Fue una oración que nació en lo más profundo de su desesperación,
pero al mismo tiempo, un clamor de fe y confianza plena en el Señor.
Cuando el rey Josafat se
encontraba en medio de la crisis, con un enorme problema, oró con fe a Dios: “¡Mira
cómo nos pagan ahora, porque han venido para echarnos de tu tierra, la cual nos
diste como herencia! Oh Dios
nuestro, ¿no los vas a detener? Somos impotentes ante este ejército poderoso
que está a punto de atacarnos. No sabemos qué hacer, pero en ti buscamos
ayuda».”(2 Crónicas 20: 11, 12. Nueva Traducción Viviente)
Hablando con Dios, este
monarca israelita resaltó siete características de Dios que le invito a
atesorar en su corazón:
1. Dios cumple sus promesas (v. 6)
2. Dios tiene todo poder sobre el cielo y la
tierra (v. 6)
3. Dios es poderoso y fuerte (v. 6)
4. Dios nos da la victoria sobre los enemigos (v.
7)
5. Dios escucha nuestras oraciones (vv. 8, 9)
6. Dios obra justicia a favor nuestro (v. 12)
7. Sólo Dios nos puede ayudar (v. 12)
Siempre tenga presente
un principio de victoria: Dios responde a nuestras oraciones. Él nos oye y
viene a nuestra ayuda (vv. 15-17) Para que eso ocurra es necesario creer en el
Señor, descansar en el Señor y tener la firme convicción que Él pelea nuestras
batallas. Es necesario ir al valle de la
bendición, lugar especial en el que se convirtió el valle de Tecoa, donde
los enemigos se concentraron para atacar al rey Josafat.
Los contendores se
atacaron entre ellos. Dios los confundió. ¿Qué debieron hacer Josafat y su
pueblo? Descansar en Dios y alabarlo. Y Dios hizo el resto (vv. 18-25) Y no
solamente el Señor les concedió la enorme bendición de salir airosos en aquella
batalla, sin mover un dedo, sino que además los bendijo con un gran botín. ¡Eso
es lo que Dios hace con los cristianos que confíen en Él en medio de los
problemas!
Desconozco qué situación
atraviesa, pero lo que sí puedo decirle, es que si cree en Dios, confía en Él y
descansa en Su poder, verá la victoria. No lo piense dos veces: ¡Haga la prueba
y verá los resultados!
A propósito, ¿Ya recibió
a Jesucristo como Señor y Salvador? Que no pase este día sin que tome esa
poderosa decisión que transformará su existencia.
©
Fernando Alexis Jiménez
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