¿Cómo ser buenos padres?
Nadie ha dicho que aprender a ser
buenos padres es fácil, pero
con ayuda de Dios, podemos lograrlo...
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Fernando
Alexis Jiménez
E
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l día que murió Ramiro,
sólo su esposa lloró, y eso porque sabía que en adelante enfrentarían muchas
penurias económicas y en una ciudad enorme y en cierta medida golpeada por el
desempleo como es México, no sería fácil conseguir trabajo. Su hijo Juan Carlos
se limitó a sonreir diplomáticamente ante las manifestaciones de solidaridad de
familiares y amigos. A él no le importó mucho que falleciera su progenitor; muy
en el fondo de su ser, estaba feliz.
¿La razón? ¿Acaso era un
hijo desnaturalizado? Por cierto que no. En criterio de sus conocidos, es un
buen muchacho. Sin embargo, el fallecimiento de papá representó para él la
libertad de las cadenas.
Desde su más tierna
infancia vio el mal trato que le daba a su madre así como el distanciamiento
que mantenía hacia él, aun cuando sabía que lo necesitaba. Esos períodos de
soledad lo llevaron a cultivar una baja auto estima, inseguridad y la terrible
sensación de que salvo la manutención, jamás tuvo en casa una figura paternal
representativa.
Igual que él, infinidad
de adolescentes y jóvenes sienten que no han tenido un verdadero y buen padre.
Les asaltan dudas, inquietudes y vacíos emocionales que procuran llenar con sus
compañías—muchas de ellas compuestos por amigos que les llevan por caminos
equivocados--, en las drogas e incluso, en la promiscuidad sexual.
Buenos y malos padres
En nuestra sociedad,
siempre encontraremos buenos y malos padres. Es algo inevitable. Es además, la
razón por la que enfrentamos millares de jóvenes rebeldes que dejan tras de sí
una estela de dolor, desolación y rencor hacia quienes le rodean.
¿Dónde está el problema?
En la figura paternal; en quienes tienen la enorme responsabilidad de criar a
sus hijos y no lo hacen de manera apropiada.
El sicólogo colombiano,
Álvaro Sierra, investigador del Instituto de Familia de la Universidad de la
Sabana, enfatiza que es fundamenta que los padres ejerzan su rol en el hogar
debido a que ejercen una poderosa influencia en el desarrollo emocional y
social de sus chicos.
Un estudio de la
Facultad de Sicología de la Universidad de Valencia, en Espala, señala que “Está comprobado que los adultos a quienes
se les dificulta demostrar sus sentimientos como el cariño hacia los demás, no
tuvieron un padre amoroso en casa”(Diario El País. 12/06/2012. Pg. C-6)
¿Comprende porque usted
y yo podemos cambiar el curso de la historia. Es algo maravilloso si
emprendemos el camino tomado de la mano del Señor Jesús.
Los especialistas
coinciden en formular al menos siete recomendaciones para que eduquemos hijos
seguros y emocionalmente estables:
Dios nos asegura la victoria en la edificación de un hogar sólido... |
1. Exprese amor a sus
hijos.
Si lo hace, permitirá que en un futuro, ellos mismos expresen libremente sus
sentimientos. No hacerlo así, puede generarle a los chicos enormes vacíos
emocionales lo mismo que inestabilidad.
2. Pase tiempo con sus hijos. Que sea tiempo de
calidad, quizá el mismo tiempo que usted dedica hoy a sus amigos.
3. Dejen de lado el autoritarismo. Cuando imponemos las
cosas, estaremos desencadenando en nuestros hijos rebeldía, inclinación a
desafiar toda autoridad familiar y social, así como proclividad a temperamentos
débiles.
4. Sea amigo de sus hijos. Permita que dialoguen,
expresen lo que sienten. Puede tener la certeza de que serán emocionalmente
sólidos en su proceso de crecimiento y formación.
5. No se ocupe tanto del fútbol, los amigos y la tecnología. Recuerde
que lo más importante para nuestras vidas, son nuestros hijos. Hoy estamos
sembrando amor en ellos para cosechar hijos amorosos en el futuro.
6. No promueva el machismo. Recuerde que
es fundamental que siempre ejerzamos nuestra autoridad, pero con equilibrio.
7. Transmita seguridad a
sus hijos.
Tome nota de una realidad: padres inseguros, formarán hijos inseguros. La
responsabilidad suya y mía, es transmitirles seguridad a nuestros hijos. Les
será muy útil en el presente, pero mucho más allá: en su futuro cercano.
La sicóloga Martha Lucía
López Hoyos, funcionaria de la Fundación Gestamos, asegura que: “La función de guía de los padres, es muy
importante porque ayuda a transmitir reglas claras que deben ser reales y
consistentes pese al paso del tiempo, que le ayudarán a los hoy niños y
adolescentes, a ser adultos responsables. Al recibir guía y protección,
aprenderán a cumplir esas normas”(Diario El País. 12/06/2012. Pg. C-7)
No desestime su enorme
responsabilidad como padre. Recuerde que está edificando una sociedad sólida a
través de los hijos que está educando hoy. Sea un buen padre: Dios y la
sociedad lo compensarán.
Es importante que Dios ocupe el primer lugar
Si queremos edificar
hogares de éxito, donde prime una buena relación de pareja y en el proceso de
formación de nuestros hijos, es esencial que nuestro amado Dios y Padre
celestial, ocupe el primer lugar.
El salmista lo dejó
claro al escribir: “Si el Señor no construye la casa, el
trabajo de los constructores es una pérdida de tiempo Si el Señor no protege la ciudad,
protegerla con guardias no sirve para nada. Es inútil que te esfuerces tanto,
desde la mañana temprano hasta tarde en la noche, y te preocupes por conseguir
alimento; porque Dios da descanso a sus amados.”(Salmo
127:1, 2. Nueva Traducción Viviente)
Generalmente tenemos
estrategias, quizá hemos leído libros sobre cómo ser mejores padres y hasta
hayamos asistido a cursos dictados por profesionales; sin embargo quien nos
asegura la victoria es Dios que debe tener una posición relevante en el hogar.
Es probable que hasta
ahora no haya sido así, pues le invito para que tome la decisión de permitirle
al Señor que reine en sus relaciones familiares así como en su existencia.
Cambie su perspectiva de los hijos
En Latinoamérica hay un
decir popular bastante interesante: “Cada
nuevo hijo viene con el pan bajo el brazo”, refiriéndose a que no pasará
necesidades. No obstante, es sorprendente el número de abortos que se practican
diariamente. Así mismo, el creciente número de casos de maltrato intrafamiliar.
Es necesario cambiar
nuestra perspectiva sobre los hijos y brindarles un trato amoroso, comprensivo
y—en todo momento—edificante. En usted y en mí recae esa enorme
responsabilidad, como lo anota el autor bíblico:
“Los
hijos son un regalo del Señor;
son una recompensa de su parte. Los hijos que le nacen a un hombre joven son
como flechas en manos de un guerrero. ¡Qué feliz es el hombre que tiene su
aljaba llena de ellos!”(Salmo 127:3-5. Nueva Traducción
Viviente)
Observe por favor que la
perspectiva que nuestro amoroso Padre celestial tiene de los hijos, es que son
una enorme bendición para nuestra existencia. Y como tal, debemos recibirlos,
criarlos y brindarles asistencia, cuidado y buena vida al interior de su hogar.
El Señor Jesucristo
quiere ayudarle en esa tarea; sin embargo, es fundamental que lo reciba en su
corazón. Hoy es el día para tomar esa decisión. No deje que pasen los días sin
que le abra las puertas de su corazón. Puedo asegurarle que no se arrepentirá…
Si tiene alguna
inquietud, por favor, no dude en escribirme a pastorfernandoalexis@gmail.com
o llamarme a (0057)317-4913705.
© Fernando Alexis Jiménez
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