Un joven nos enseñó que es posible llegar lejos si nos fijamos metas y damos pasos |
1. Lectura Bíblica: Salmo 60:12
2. Versículo para memorizar:
“En Dios haremos
proezas, y El hollará a nuestros adversarios..”(Salmo 60:12.
La Biblia de Las Américas)
3. Reflexión en la Palabra de Dios:
Feliks Zemdegs logró una hazaña. El producto de muchas horas de
esfuerzo. Recuerda incluso que se acostaba muy tarde. “Lo intentaba una y otra vez”, relata. A sus 17 años se convirtió en el nuevo Campeón del Mundo en la resolución del Cubo de
Rubik en la justa celebrada en Las Vegas, EE.UU.
El chico que se ha
abstenido de muchas cosas demostró tener unas de las manos más hábiles del
planeta tras someterse a diferentes pruebas durante la competición y salir
vencedor en muchas de ellas.
El joven australiano
registró la mejor marca única del torneo, completando el juego en 7,36
segundos, y se llevó de paso, los 3.000 euros del premio. Su nueva meta: Batir
el record mundial del cubo Rubik que es de 5,5 segundos, actualmente en
posesión del holandés Mats Valk, que acabó el campeonato en segunda posición.
¿Es posible llegar
lejos, superando a los mejores? Sin duda que sí. Es posible en cualquier área.
Recuerdo el caso de un ciclista caleño, a quien le falta una de sus piernas. No
obstante la limitación, llegó a materializar el sueño de ser uno de los mejores
velocistas de su generación. Escala montañas en su caballito de acero con una
facilidad extraordinaria…
Dios nos concibió
para grandes logros. Dentro de cada uno de nosotros hay enormes potencialidades
que se deben desarrollar. No es en nuestras fuerzas, sino con ayuda de Él.
Nuestro amado Padre celestial nos permitirá avanzar, escalar, llegar a la cima.
Ser vencedores sobre grandes iniciativas, aun cuando parezca imposible.
¿Y qué de nuestra
familia? Como padres tenemos la enorme responsabilidad de sentar las bases para
que—con ayuda de Dios--, nuestros hijos se conviertan en triunfadores. Es
posible, podemos lograrlo.
Al respecto, el rey
David escribió: “En Dios haremos
proezas, y El hollará a nuestros adversarios.”(Salmo 60:12. La Biblia de Las
Américas)
Es cierto, tenemos
sueños y metas, pero hay una enorme brecha entre lo que anhelamos y lo que
podremos lograr. En nuestras fuerzas resultará difícil, pero muy fácil si
dependemos de Dios.
Ahora, probablemente
nosotros o nuestra familia enfrentan dificultades. Con el poder del Señor,
sembraremos en nuestros hijos las enormes potencialidades que les permitirán
sobreponerse a los obstáculos y salir airosos.
Jamás olvide que Dios
nos concibió como ganadores y en esa dirección debemos orientarnos: marcha
hacia la victoria, ser ganadores—los ganadores que Dios nos llamó a que
fuéramos--. Y en ese propósito, la mejor decisión si no la ha tomado aún, es que
reciba al Señor Jesús como su Señor y Salvador.
4. Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:
a. ¿Es
consciente que Dios lo concibió para ser un ganador?
b. ¿Qué
le impide conquistar sus sueños?
c. ¿Está
dispuesto a desarrollar sus potencialidades de ganador con ayuda de Dios?
d. ¿Ha
sometido sus planes y proyectos en manos de Dios?
e. Con
ayuda de Dios emprenderá grandes metas para llegar más allá de los límites que
me había fijado.
© Fernando Alexis Jiménez
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