Cuando decidimos perdonar, comenzamos a crecer en todas las áreas de nuestra vida |
1. Lectura
Bíblica: Mateo 18:21, 22; Hechos 7:58-60
2. Versículo
para memorizar:
“Entonces se le
acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque
contra mi?¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aún hasta
setenta veces siete”(Mateo 18:21, 22)
3. Reflexión en la
Palabra de Dios:
Todos se sorprendieron cuando
Lucía entró por la puerta principal. Y se sorprendieron porque había pedido
visitar al asesino de su hijo adolescente. Lo hizo sin asomo de rabia, con
calma. Sus pasos por los pasillos fueron lentos. Por fin estuvo en la puerta enrejada.
Abrieron la cerradura. Lucía se quedó mirando al hombre, relativamente muy
joven, y le dijo con palabras quedas: “Te
perdono”.
Es apenas comprensible que
perdonar en circunstancias donde el daño que nos han causado, que genera
heridas profundas, no es fácil.
Solamente Dios puede colocar en nosotros esa capacidad de
perdonar, aún a aquellos que deliberadamente nos están causando dolor y daño
físico.
En la
Biblia leemos una escena dramática que trae enseñanzas
prácticas para nosotros hoy. Tras haber sido hallado culpable de predicar el
evangelio de Jesucristo, Esteban –uno de los diáconos del primer siglo—fue
condenado a morir apedreado. “Y echándole
fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies
de un joven llamado Saulo. Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y
decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto de rodillas, clamó a gran voz:
Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto,
durmió”(Hechos 7:58-60).
¿Quién pudo concederle esa capacidad de perdonar a
quienes estaban lacerando su cuerpo con piedras? Dios. Él es quien nos ofrece
esa hermosa posibilidad, y no solo posibilidad sino poder para hacerlo.
El texto nos enseña que la voluntad divina es que en
nosotros haya perdón, como a su vez lo enseñó el Señor Jesucristo: “Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas
veces perdonaré a mi hermano que peque contra mi?¿Hasta siete? Jesús le dijo:
No te digo hasta siete, sino aún hasta setenta veces siete”(Mateo 18:21, 22)
¿Sólo pudieron algunos perdonar? En absoluto. Todos
tenemos—con ayuda de Dios—ese poder. El apóstol Pablo escribió: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”(Filipenses
4:13)
Si deseamos perdonar, es esencial someterse a Dios. Un
segundo paso es entregarle todo nuestro dolor. Cualquier daño que nos han
causado, debe quedar sepultada en el pasado. El presente y el mañana están
delante de usted. La única forma de disfrutar lo que resta por vivir, sin
rencores, es involucrando a Dios en el problema. El perdón es necesario, y Él
con su divino poder le abrirá las puertas para perdonar.
4. Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:
a. ¿Usted perdona a quienes le hacen daño?
b. ¿Ha pensado en las bendiciones del perdón?
c. ¿Considera que se le dificulta perdonar?
d. ¿Ha pedido a Dios fuerza para perdonar?
e. Una meta: Rendir nuestras vidas en manos de Dios para que nos ayude a
perdonar.
© Fernando
Alexis Jiménez
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