¿Cómo explicarle a nuestros hijos
los peligros
de la pornografía?
Es importante ser muy cuidadosos de lo
que ven nuestros hijos, porque pueden ser
presa del enemigo espiritual...
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Fernando
Alexis Jiménez
J
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aime se iracundizó
porque sorprendió a su hijo, en la habitación, viendo una película obscena.
¡Estaba indignado! ¿Cómo era posible que él, un muchacho de doce años apenas,
estuviera viendo ese tipo de escenas? Le recriminó. “No se dónde has aprendido estas cosas”, le dijo, sin poder contener
su furia.
El chico agachó la
cabeza. “Hace pocos días encontré una revista
bajo el colchón de tu cama. Iba a buscar periódicos viejos, y vi eso…”,
argumentó con voz queda el adolescente.
Jaime no supo más que
decir. Salió avergonzado. Reconoció que era culpable de lo que estaba
ocurriendo.
¿Le parece conocido este
incidente? Quizá usted lo vivió o alguien cercano. Descubre, en carne propio,
que la pornografía es un fenómeno peligroso, que muchas veces nosotros los
padres alimentamos.
Además, damos demasiadas
libertades a nuestros hijos con la televisión en su habitación o acceso
ilimitado a la Internet, sin preocuparnos de qué es lo que aprecian ellos
diariamente, y de qué están llenando su mente…
Esté pendiente de lo que ven sus hijos
Con la facilidad que
tenemos de adquirir electrodomésticos, es muy común que encontremos varios
televisores en casa, dos computadores—uno de mesa y otro portátil—y cada uno de
los componentes de la familia con un moderno sistema de celular. Cada uno
chateando, sin importante el otro. Individualismo en su máxima expresión.
Una encuesta realizada
por la Fundación Latinoamérica, entre audiencia de Latinoamérica, señala que el
49% de los hogares tienen más de un receptor de televisión en casa; el 65% de
los menores de edad, gustan de ver programas a solas, lo que literalmente les
aísla de sus padres, el 60% de los padres consideran que no está mal que sus
pequeños tengan televisor en su habitación y del conjunto de menores, sólo el
35% ven televisión acompañados.
El mayor problema es,
¿qué tipo de programación ven nuestros hijos?¿De qué tipo de información están
llenando su mente (Cf. Filipenses 4:8)?
Buena parte de lo que reciben a través de programas, películas y
documentales está asociado a pornografía y violencia.
Los progenitores no
deben dejar en manos de la televisión la formación de sus hijos, ya que como
coinciden en asegurarlo los especialistas, la información tergiversada lleva a
comportamientos violentos, abusivos, inmorales, y por supuesto, el afincamiento
de los antivalores.
Refiriéndose a la
programación televisiva que ven nuestros hijos, el sicólogo Guillermo González,
señala que “…lo real es que tienden a
imitar comportamientos, y para que no
naufraguen, deben tener otro tipo de información que los orienten sobre cuál es
la verdad, en el momento de analizar lo que ven”(Revista Nueva. Nro. 1273.
Colombia. 12/06/2012. Pg. 47).
Ahora, ¿qué hacer si
descubrimos que nuestros hijos están consultando pornografía a través de uno de
los modernos vehículos de comunicación de los que disponen? El primer consejo
es no recriminarlos sino abrir puertas de diálogo con el fin de poder
explicarles el error en el que han incurrido.
Como padres tenemos la responsabilidad
de ser cuidadosos de lo que aprenden nuestros
hijos en Internet o la televisión...
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La sicóloga colombiana,
Martha Mejía, señala respecto a que los chicos hayan visto imágenes o películas
inmorales, que es necesario “…hacerles
saber a los adolescentes que el sexo es un deber y un derecho del ser humano y
no solamente disfrute del momento. Explicarles que esa manera como están viendo
el sexo, a través de lo que difunde la pornografía, no corresponde a la
realidad, y que sólo buscan ganancias generando desinformación. Hacerles entender
que el cuerpo es sagrado, un templo, y que deben quererlo, cuidarlo y
respetarlo”(Revista Nueva. Nro. 1273. Colombia. 21/06/2012. Pg. 46)
Recuerde, debemos
siempre estar atentos a la información que reciben y procesan nuestros hijos.
El sicólogo Guillermo González, enfatiza que “La educación sobre el sexo debe
impartirse en el hogar. Las instituciones educativas son un complemento. Por
tanto, es necesario acompañar constantemente a los hijos para ver la televisión
y darse cuenta con quién se relaciona en la Internet. Es indispensable, como
también lo es, que no nos de miedo abrir constantemente el computador que
consultan nuestros hijos, preparados, porque es probable que en algún momento
nos encontremos con sorpresas desagradables y debemos guiarlos apropiadamente”
(Revista Nueva. Nro. 1273. Colombia. 21/06/2012. Pg. 46)
¿Está usted atento a la
información que reciben sus hijos? Hoy es el día que revise la situación, y con
ayuda de Dios, tome una decisión apropiada en cuanto al camino que debe tomar.
Y la forma sabia que debe asumir si se entera de que tienen interrogantes
respecto al sexo o si la información que reciben, viene siendo tergiversada.
Asuma su responsabilidad
Nuestros hijos son muy
valiosos, y debemos cuidarlos, orientarlos e instruirlos. Esa es la razón por
la que no podemos delegar su formación al colegio o al llamado monstruo de las
pantallas y que se compone de tres cabezas terribles: el televisor, el
computador y los modernos teléfonos celulares.
Cuando vamos a las
Escrituras encontramos una exhortación que cobra particular vigencia en
nuestros días de parte del Señor Jesús: “De
cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el
reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille
como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que
reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. ”(Mateo
18:3-5)
Generalmente cuanto
queda grabado en la mente de los niños y adolescentes persiste en el tiempo. Es
más: gran parte de su comportamiento adulto toma fundamento en lo que vio, oyo
y experimentó durante la más tierna infancia y los años sucesivos.
Marcas que perduran
Conozco infinidad de
casos de personas que todavía están marcadas por el rechazo que recibieron en
su niñez, como también, tuve conocimiento de alguien que tenía un
comportamiento inmoral porque lo veía reiteradamente en su hogar.
La pornografía y las
enseñanzas tergiversadas que reciben a través de la televisión, la internet o
los modernos sistemas de comunicación, se anidan en sus mentes donde—de acuerdo
con estudios científicos—se almacenan bancos de imágenes que terminan
ejerciendo influencia en el comportamiento de la personal. Muchos de quienes
han sido acusados de violación, veían pornografía en su infancia y llegaron a
niveles muy profundos en su adicción, hasta que quisieron materializarla.
Ahora, quien abusa,
rechaza o enseña –con mal ejemplo—un comportamiento perverso en un niño,
acarrea juicio, como enseñó el Señor Jesús: “Y
cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor
le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le
hundiese en lo profundo del mar. ¡Ay del
mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de
aquel hombre por quien viene el tropiezo!”(Mateo
18:6-9)
Es necesario que, en
nuestra condición de padres, tomemos especial cuidado del tipo de enseñanza que
reciben nuestros hijos, los instruyamos apropiadamente y permitamos que se
edifiquen en principios y valores que trascienden en el tiempo, y les cimentan
para alcanzar el éxito en todas las áreas de su vida.
¿Ya recibió a Jesucristo
como Señor y Salvador de su vida? Le hago esta pregunta porque es fundamental y
le permitirá determinar dónde se encuentra ahora y, por supuesto, dónde pasará
la eternidad. Si no le ha abierto las puertas de su corazón, hoy es el día para
que lo haga. Puedo asegurarle que es la mejor decisión, de la que jamás se arrepentirá.
Si tiene alguna
inquietud, no dude en escribirme a pastorfernandoalexis@gmail.com
o llamarme al (0057)317-4913705.
©
Fernando Alexis Jiménez – Síganos en www.guerraespiritual.org
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