Recuerde que somos instrumentos útiles en las manos de Dios |
1. Lectura Bíblica: Marcos 1:1-8
2. Versículo para memorizar:
“Yo los bautizo con agua, ¡pero él
los bautizará con el Espíritu Santo!”(Marcos 1:8. Nueva Traducción Viviente)
2. Reflexión en la Palabra de Dios:
¿Qué imagen tiene usted de Juan
el Bautista?¿Un orador tremendo?¿Un líder de amplio reconocimiento que fue
clave en el proceso de presentar el ministerio del Señor Jesús?¿Un líder que
aprovechó su posición para lograr el reconocimiento de todas las personas?
Definitivamente no. Juan el Bautista rompió los esquemas. Se consideraba así
mismo, simplemente un instrumento en las manos de Dios (vv. 1, 2). Él encarnaba
el cumplimiento de las profecías (Isaías 40:1-3) No era el protagonista sino
quien servía al verdadero protagonista: el Señor Jesús.
Uno de los pasos más
significativos para el crecimiento personal y espiritual y que el ministerio
que desarrollamos experimente crecimiento, estriba en tener claro que Él –nuestro
amado Salvador Jesucristo--es quien debe recibir la gloria, no nosotros que
simplemente somos instrumentos en Sus manos.
Aun cuando Juan el Bautista era
uno de los hombres de más significación en la obra de Dios, siempre reconoció
la grandeza de Jesús y que sólo con Su poderosa ayuda, podría avanzar. Hasta
tal punto puso de relieve al Señor, que se consideraba él mismo más indigno que
un esclavo de tal manera que no podría siquiera desatarle el calzado al amado
Maestro (vv. 7, 8)
Esa actitud humilde hace pensar
en el sinnúmero de líderes que llegan a un grado de arrogancia tal, que se
consideran el centro de todo y olvidan que—en todo momento—es a Cristo nuestro amado Señor, a quien debemos exaltar.
Ahora, apreciando la vida de Juan
el Bautista, hallamos que a la perseverancia, sumaba otra impronta: la humildad
(v. 6). Un hombre sencillo, que no procuraba llamar la atención.
Elemental y austero en su forma de vida. ¡Cuán distinto de los
súper-evangelistas de nuestro tiempo que gastan cuantiosas sumas de dinero para
promover su ministerio, cuando es Dios quien se encarga de exaltar lo que
hacemos!
Y ante un hombre así, sencillo,
humilde, sin mayores pretensiones y el único propósito—indeclinable y
permanente de servir al Señor—acudían las multitudes para escuchar su mensaje
(vv.4, 5) Era un mensaje que confrontaba, que llamaba al arrepentimiento y la
conversión, y a pesar de ser mensajes fuertes, todos querían oírlo y ser
transformados por el mensaje. ¿El secreto? Él exaltaba al Señor, siempre.
4. Preguntas para
el crecimiento personal y espiritual:
a. En todo lo que hacemos,
¿qué lugar ocupa el Señor Jesús?¿Ocupa una posición de relevancia o por el
contrario, pretendemos robarle la gloria?
b. ¿Reconoce que como
líder, usted es una ficha del juego de ajedrez con el que podríamos comparar la
extensión del Reino de Dios? Somos simplemente instrumentos de Dios, que de por
sí es una posición honrosa.
c. ¿Ha pensado que quizá
alguna vez le robó la gloria al Señor Jesús?
d. ¿Qué cambios es necesario
aplicar para que el Señor Jesús sea quien reciba el reconocimiento en todo
cuanto usted hace?
e. ¿Es necesario corregir
el orgullo en su vida?
© Fernando
Alexis Jiménez
Léanos en www.estudiosbiblicos.jimdo.com
y www.guerraespiritual.org Redes
Sociales http://facebook.com/fernandoalexis.jimenez
y http://twitter.com/oraciondepoder
LEA EL ALTAR FAMILIAR AQUÍ
0 comentarios:
Publicar un comentario
SU OPINIÓN ES VALIOSA PARA NOSOTROS