Sólidos principios bíblicos deben reinar en nuestra vida |
1.
Lectura Bíblica:
2 Corintios 10:3-6; Filipenses 2:13
2.
Versículo para memorizar:
“Pues Dios
trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que hagan lo que a él le
agrada.”(Filipenses 2:13. NTV)
3. Reflexión
en la Palabra de Dios:
Si deseamos experimentar
cambios que afecten positivamente nuestra vida pero que también traiga impacto
a la familia, es necesario que rindamos nuestra mente a Dios.
El
apóstol Pablo lo expresó con más claridad: Dijo que el paso inicial era
someterle nuestros pensamientos: “Somos
humanos, pero no luchamos como lo hacen los humanos. Usamos las armas poderosas
de Dios, no las del mundo, para derribar las fortalezas del razonamiento humano
y para destruir argumentos falsos. Destruimos todo obstáculo de arrogancia que
impide que la gente conozca a Dios. Capturamos los pensamientos rebeldes y
enseñamos a las personas a obedecer a Cristo; y una vez que ustedes lleguen a
ser totalmente obedientes, castigaremos a todo el que siga en desobediencia.”(2 Corintios 10:3-6. NTV)
Humanamente
fracasaremos en el proceso de cambio, porque a cada paso nos hallamos no solo
con obstáculos físicos sino también aquellos que desencadena desde el mundo espiritual,
nuestro enemigo satanás.
¿Cómo
entonces damos la pelea contra el mundo, es decir contra las tentaciones que
desencadena, y a la vez permanecemos firmes? Mediante la oración, filtrar
nuestros pensamientos y si hallamos que procuran arrastrarnos a la
mundanalidad, entregarlos a Cristo Jesús que es quien nos hace vencedores.
¿Difícil?
En absoluto. Podemos porque Dios está de nuestra parte. El autor y
conferencista, Chip Ingram, señala que “Debemos
ser cuidadosos de no caer en el pensamiento erróneo de que simplemente con
llenar la mente con versículos bíblicos o aislarnos de los males del mundo, se
producirá en nosotros la vida de Cristo. El renovar mi mente está siempre
enfocado en el aor y en las relaciones. En el corazón de toda renovación de la
mente está el deseo de vencer y de disfrutar del Señor Jesús.”(Chip Ingram.
Viviendo al borde”. Living Editores. EE.UU. 2013. Pg. 90)
En alguna
ocasión trabajé como periodista para la esposa de un gobernante de mi país. En
cierta ocasión los empleados les invitamos a una cena en un conocido
restaurante de Cali. Ella amablemente desistió. "Todos ustedes pueden ir al restaurante que elijan; nosotros, por
nuestra condición, no podemos darnos ese lujo.” Esas palabras me
impactaron. Las aplico a la vida cristiana. Quien no es creyente puede tener
las amistades, ir donde los demás y actuar como todos. En nuestra condición de
discípulos del Señor Jesús, bajo ninguna circunstancia. ¡Somos nuevas criaturas!
Igual
ocurre con nuestra forma de pensar. No todo pensamiento debe anidar en nuestra
mente, sino aquellos que están en consonancia con la nueva vida de fe. La forma
más fácil de lograrlo es poniendo nuestra mirada en Cristo y en la vida
espiritual a la que estamos llamados, ya que el propósito de Dios es que crezcamos:
“Pues Dios trabaja en ustedes y les
da el deseo y el poder para que hagan lo que a él le agrada.”(Filipenses
2:13. NTV)
¿Por qué
debemos cambiar? Porque hay una nueva vida por vivir, plena, llena de victoria
y plenitud en todas las áreas de nuestra vida. No solo experimentaremos cambio
y realización sino que otras personas, en este caso, nuestra familia, verán los
cambios y serán impactados. El entorno del hogar también será transformado.
El primer
paso que usted debe dar y al que le invitamos, es recibir a Jesucristo como el
Señor y Salvador de su vida. Le aseguramos que no se arrepentirá. Él nos lleva
a nuevos niveles de vida. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirnos a webestudiosbiblicos@gmail.com o
llamarnos al (0057)317-4913705.
© Fernando Alexis
Jiménez
4.
Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:
a. ¿Estoy decidido a cambiar para que cambie mi familia?
b. ¿Creo que no hay esperanza para que los cambios vengan a mi familia?
c. ¿Soy consciente que quien primero debo cambiar soy yo?
d. ¿Hemos renunciado a la disposición de cambio personal y en familia?
e. En adelante Dios ocupará el primer lugar en nuestra relación familiar para
ayudarnos en el proceso de cambio
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