¿Por qué esposos y esposas piensan
diferente?
Fernando
Alexis Jiménez
L
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a esposa estaba furiosa
porque tardó varias horas preparando la cena. Incluso, por descuido, tuvo un
pequeño accidente. Se puso una venda discreta, se puso hermosa para recibir a su
marido y justo cuando él entró, ni siquiera la miró, arrojó el maletín a un
lado y se sentó frente al televisor.
¿Cuándo acaban las discuciones? Cuando los integrantes de la pareja comprenden sus diferencias... |
--Mario, ¿no encuentras algo
diferente?--, preguntó ella expectante.
--Sí, que no puedes dejar el televisor en el mismo canal de siempre; lo
pasas a las telenovelas, por lo que veo…--dijo sin inmutarse.
Aquélla noche
pudo ser una velada maravillosa, pero terminó en disgusto. Y Laura estuvo hasta
bien tarde preguntándose: ¿Por qué ni siquiera se dio cuenta que me puse un
vestido especial para recibirle?
Una escena
que podría ser muy común como tantos otros incidentes que nos llevan a
preguntarnos: ¿Por qué esposos y esposas
piensan diferente?
Perspectiva distinta de hombres y mujeres
Muchas de las
discusiones al interior de la pareja, surgen a partir de las formas distintas
como el hombre y la mujer tienen aprecian su entorno y califican lo que les
acontece.
En una
reciente publicación en el portal de la BBC, la autora, Laura Plitt, escribió:
“Si usted llega a su casa recién salida
de la peluquería, con un tono de pelirrojo que nunca antes se había atrevido a
usar y su pareja la recibe con un: "¡Qué lindo te quedan esos pendientes
nuevos!", en referencia a unos aretes diminutos que le regaló su prima y
que sólo se los puso por no dejar, recapacite antes de mirarlo con odio y
pegarle un par de gritos. No se trata -en este caso al menos- de falta de
interés, atención y mucho menos de cariño… Sólo que los hombres ven distinto
que las mujeres”.
Si comprendemos nuestras diferencias, desarrollaremos tolerancia en la pareja... |
Un estudio
llevado a cabo por investigadores en Estados Unidos, revela que los ojos de los
hombres son más sensibles a los pequeños detalles y a los objetos que se mueven
a gran velocidad, mientras que las mujeres son mejores a la hora de distinguir
colores.
Isaac
Abramov, profesor de Psicología del Brooklyn College, realizó dos estudios en
paralelo para determinar estas diferencias. En uno de ellos, les presentó a los
participantes una muestra de un color determinado y les pidió que lo
describieran empleando una serie de términos específicos.
Así, Abramov
y su equipo descubrieron que los hombres describían el color que tenían en
frente en otros términos, en comparación con las mujeres.
"Ambos ven el azul como azul, pero qué
porcentaje de rojo ven en el color difiere si el individuo es hombre o mujer",
le dijo Abramov a BBC Mundo (06/06/2012. Edición digital).
De ahí se
explica por qué las mujeres son mejores cuando se trata de combinar colores o
de buscar tonos similares entre sí. Y aunque suene a broma, si lo que le hace
falta en la casa son unos almohadones que hagan juego con el tapizado del sofá,
una mujer tiene más posibilidades de llevar a cabo la tarea con éxito que un
hombre.
Entender las diferencias
Las mujeres detectan más
tarde que los hombres cuando un avión ingresa a lo lejos en el horizonte. El otro estudio se concentró en cómo cada
género percibe los detalles y las imágenes cambiantes. Los hombres detectan los
detalles, por mínimos que sean con más facilidad.
"Por ejemplo, si un avión ingresa en nuestro
campo visual, como un punto ínfimo en el horizonte, el hombre lo notará primero
que la mujer", explica el investigador Isaac Abramov. "O si una persona tiene tendencia a volverse
miope con el tiempo, si es hombre, tardará más hasta que necesite usar lentes".
Ahora, el interrogante apenas natural es: ¿Por qué
estas diferencias? Las hipótesis son
varias y todas son dan lugar a debate.
Una
explicación posible es que en el cerebro se encuentran receptores de la hormona
masculina, la testosterona. Y la mayor concentración de esta hormona está en la
parte superior del cerebro -la corteza cerebral- que es la principal zona
visual, de acuerdo con los científicos.
Otra teoría
está relacionada con la evolución. Los hombres, en su rol de cazadores,
evolucionaron las facultades que les permiten divisar a la distancia una presa
o un animal que representa una amenaza con mayor precisión, mientras que las
mujeres perfeccionaron sus capacidades para mejorar su desempeño como
recolectoras.
Una perspectiva bíblica
Si los seres humanos
somos tan diferentes, reviste significación que entendamos y asimilemos las
eventuales diversidades que podemos tener esposos y esposas. Si tan solo
entendiéramos esas apreciaciones distintas de un mismo acontecimiento, tanto
ellos como ellas se llevarían mejor.
Piense por un
instante en un factor que generalmente lleva a conflictos: la crianza de los
hijos. Si tratamos de conciliar como pareja, el método adecuado, lo más
probable es que evitaríamos muchísimas discusiones.
El apóstol
Pedro escribió: “De la misma manera, ustedes maridos,
tienen que honrar a sus esposas. Cada uno viva con su esposa y trátela con
entendimiento. Ella podrá ser más débil, pero participa por igual del regalo de
la nueva vida que Dios les ha dado. Trátenla como es debido, para que nada
estorbe las oraciones de ustedes.”(1 Pedro 3:7. Nueva Traducción Viviente)
Le invito
para que lea cuidadosamente el texto de nuevo. Los esposos son llamados a
tratar de manera especial a sus esposas, lo que necesariamente implica no imponer nuestro propio punto de vista
como el único válido.
Otro elemento
que deja sentado, es la importancia de tratar al cónyuge con tolerancia,
ternura y amor. Prosigue el texto bíblico alertando sobre que la perspectiva de
nuestra esposa no es la de una “pesada carga”
sino como una bendición.
Y
por último, demanda de nosotros, los esposos, que prodiguemos a las
mujeres—nuestras esposas— un buen trato, y añadiría en el marco del mayor
respeto: sin abusos, midiendo incluso el alcance de lo que les expresamos con
palabras y con gestos.
Deje que
Cristo reine en su familia y traiga cambios. Puedo asegurarle que jamás se
arrepentirá. ¿Ya recibió a Jesucristo en su corazón? Hoy es el día para que lo
haga. Tomado de Su mano, emprenderá el maravilloso camino hacia el crecimiento
personal y espiritual. Ábrale hoy las puertas de su corazón. ¡No se
arrepentirá!
Si tiene
alguna inquietud, por favor, no dude en escribirme a pastorfernandoalexis@gmail.com
o llamarnos al (0057)317-4913705
©
Fernando Alexis Jiménez
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