Como lo hacemos los padres con los hijos, Dios se ocupa de nosotros al responder nuestras oraciones con poder |
1. Lectura Bíblica:
Salmo
91:10; Hebreos 13:8
2. Versículo para memorizar:
“…ningún mal te
conquistará; ninguna plaga se
acercará a tu hogar.”(Salmo 91:10. Nueva Traducción Viviente).
3. Reflexión en la Palabra de Dios:
La mujer me escribió desde San
Antonio, Texas, visiblemente desesperada por la condición de su matrimonio.
Estaba en crisis y se iba desmoronando con el paso del tiempo. Temía que pronto,
una noche al llegar a casa después de una ardua jornada, su esposo le dijera: “Quiero divorciarme”. Las rencillas eran
constantes, y para ser sincera—decía ella—no quería llegar a casa. Su pregunta
era: “¿Podría Dios ayudarme?”. Y la
respuesta lógica: Por supuesto que sí.
¿Qué ha ocurrido entonces?
Comparto con usted lo que respondió el evangelista internacional, Yiye Ávila,
respecto al por qué no vemos el mover de Dios en nuestros días:
“…si no
buscan a Dios, tampoco hay caso. Porque a las cosas de Dios hay que darles una
importancia grande y las iglesias todas deben estar orando por los enfermos en
todos los cultos. A veces, pasa una semana y no se ora [por los enfermos]. Hoy
en día, no se supone que haya nadie enfermo en el pueblo de Dios, porque el
Señor dijo que 'el mal no te tocará, ni plaga alguna tocará tu morada' (ver
Salmo 91:10). ¿Y qué significa eso? Que no se enfermaría nunca; sin embargo,
cada vez veo más enfermos en los estadios. Hace poco le pregunté al Señor por
qué hay tantos enfermos, y el Señor me contestó: 'Porque no creen. Cuando el
diablo viene y le pone un dolorcito, no tienen nada; es una mentira del diablo,
porque yo dije que ningún mal te tocará, ni plaga alguna llegará a tu morada'.
Pero, la gran mayoría corren para el médico, que es un error, porque si Cristo
dijo 'yo soy el que sana todas tus enfermedades', entonces ese es el médico de
nosotros. Si clamamos a Jesús, Él no tiene dificultad ninguna para sanar cualquier
cosa: sobrepeso, bajo peso, lo que sea. Entonces, lo que hay que enseñarle al
pueblo es esta verdad tan sencilla"(Tomado de una entrevista del ministro
Yiye Ávila a la Revista Vidacristiana.com).
Duro, pero real. ¿Ha visto cultos
donde todo es show mediático? Yo sí las he visto. ¿Ha visto líderes religiosos
que se promocionan en radio, prensa y televisión, pero no promocionan al Cristo
de Poder del que viven? Yo sí los he visto. ¿Ha ido usted a servicios religiosos
sólo buscando prosperidad? Si todo esto es así, es tiempo de hacer un alto en
el camino y pensar que usted necesita al Dios de poder, el Dios que cambia las
circunstancias, el Dios que hace posible lo imposible, pero en su
vida y en la de su familia. ¡Hoy es el día para tomar esa decisión y comenzar a
movernos en la dimensión sobrenatural.
¿Qué significa eso? Reavivar
nuestro fervor espiritual, nuestra dependencia del Señor, nuestra fidelidad al
Padre celestial.
Retomo al evangelista Yiye Ávila
cuando en la misma entrevista con la editora Lydia Morales, de Vida Cristiana,
dijo: "La Iglesia de hoy no es la
misma de cuando yo me convertí. Hoy día no hay el fervor espiritual que había
antes, porque muchas cosas mundanas han entrado a la iglesia. La Palabra dice
que no debemos tocar las cosas del mundo, el que lo hace se enfría y pierde el
calor. Por eso vemos tanta superficialidad, haciendo difícil que los pecadores
se conviertan. Según los años se acercan hay un temor de muchos, porque
Jesucristo dijo que cuando sonaran las trompetas unos serán dejados y otros
serán tomados. También dijo que a los tibios los vomitará por su boca y eso lo
estamos predicando en todos los sitios, en todos los tiempos. Los que se queden
van a saber lo que es el anticristo, la gente satánica, el falso profeta que
van a estar acá abajo con autoridad total. En ocasiones, le digo a la gente
que, aunque me digan que yo repito tanto las cosas, esto es lo único que voy a
predicar porque es a lo que el Señor me ha enviado. Por eso hay que estar en
fuego". (Tomado de una entrevista del ministro Yiye Ávila a la Revista
Vidacristiana.com).
Tenga presente que en nuestra
vida y en nuestro hogar no debería haber enfermedad ya que Dios prometió en Su
Palabra: “…ningún mal te
conquistará; ninguna plaga se
acercará a tu hogar.”(Salmo 91:10. Nueva Traducción Viviente). Y las promesas de Dios
hay que tomarlas, y apropiarnos de ellas hasta que se vuelvan realidad.
Los milagros, no lo olvide jamás,
siguen ocurriendo hoy porque Cristo, el Señor Jesús, sigue obrando en nuestras
vidas ayer, hoy y siempre (Cf. Hebreos 13:8)
4. Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:
a.
¿Cree en los milagros?
b. ¿Ha pedido un milagro
para su vida o su familia?
c.
¿Qué ha impedido que Dios obre en su vida o su familia
d.
Desde hoy meditaré en la dimensión de los milagros de Dios, para moverme en Su
dimensión de poder
© Fernando
Alexis Jiménez
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