Es importante que dejemos huella en nuestra familia |
2. Versículo para memorizar:
“Vosotros sois la sal de la
tierra; pero si la sal sí desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino
para ser echada fuera y hollada por los hombres.”(Mateo 5:13)
3. Reflexión en la Palabra de Dios:
Por Charles Stanley con
material de Fernando Alexis Jiménez
No sé en qué momento, pero un fin
de semana me dejé convencer por mi familia para desconectarme por espacio de
tres días de la iglesia, del computador, del teléfono, de todo menos—por supuesto—de
Dios y de mi vieja Biblia. En una de las excursiones buscando una peseta
natural de agua cristalina, debimos subir y bajar montañas por una hora.
Caí
varias veces. Me embarré y terminé el recorrido lleno de lodo hasta las orejas.
De regreso, me llamó la atención que la lluvia no había borrado las huellas de
mis zapatos deportivos ni los de mi esposa y mis hijos. Huellas. Ese punto me marcó.
¿Se
ha preguntado qué tipo de huellas deja en su esposa, sus hijos y las personas
que le rodean? Piénselo por un instante. Es probable que esa reflexión le lleve
a aplicar cambios en su vida, con ayuda de Dios.
El Señor Jesús lo
sintetizó con las siguientes palabras: “Vosotros sois la sal de la
tierra; pero si la sal sí desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino
para ser echada fuera y hollada por los hombres.”(Mateo 5:13)
Permítame
citar lo que enseña el reverendo Charles Stanley, reconocido autor y
conferencista internacional: “A todos nos gustaría ser recordados como personas
que dejaron una huella buena y duradera en las vidas de los demás. El problema
es que tendemos a ser tan egocéntricos, que pocas veces impactamos
positivamente a quienes están más cerca de nosotros.
Nuestro
éxito en influenciar las vidas de los demás, dependerá de nuestra condición
espiritual. Pues lo que le interesa a nuestro Padre celestial, es el impacto
espiritual que tengamos sobre otros.
P ara
ilustrar la influencia que debemos tener en los demás, el Señor Jesús utilizó
el ejemplo de la sal, un producto casero familiar que altera a todo lo que
toca. El Señor enseñó que la sal debe mantener su pureza e integridad para
tener un efecto duradero. De la misma manera, nosotros debemos conservar
nuestra pureza amando las cosas de Dios, en vez de amar las cosas de este mundo
(1 Juan 2.15). Para que así, cuando las personas vean nuestras vidas
transformadas, sean influenciadas poderosamente.
La
sal da gusto a la comida y la preserva. Cuando la rociamos sobre algo sin
sabor, la comida se vuelve mucho más agradable. De la misma manera, estamos
llamados a dar sabor a las vidas de las personas que nos rodean, utilizando
nuestras acciones y nuestras palabras para dirigir su atención a Cristo. La sal
no se transforma a sí misma. Ella mejora solo lo desabrido o carente de sabor
verdadero.
Nunca
olvide que usted tiene la capacidad de influenciar a los demás, ya sea para
bien o para mal. Puesto que somos seguidores de Cristo, nuestra tarea es dar
sabor al mundo, de modo que sea impactado de maneras positivas que honren a
Dios.
Que no pase este día sin que haya
tomado la mejor de su vida: recibir a Jesucristo como su Señor y Salvador. Hoy
es el día. Si tiene alguna inquietud no dude en escribirnos a webestudiosbiblicos@gmail.com o
llamarnos al (0057)317-4913705
4. Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:
a.
¿Está experimentando crecimiento personal y espiritual?
b. ¿Qué
ha impedido su crecimiento personal y espiritual?
c. ¿Depende
de Dios o de sus propias fuerzas para crecer?
d. ¿Qué
hace cuando hay tropiezos en su proceso de crecimiento?
e.
En adelante y con ayuda de Dios, daré pasos firmes hacia el crecimiento
personal y espiritual
0 comentarios:
Publicar un comentario
SU OPINIÓN ES VALIOSA PARA NOSOTROS