Dios nos cuida de los ataques que libra el enemigo contra nosotros |
2. Versículo para memorizar:
“Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne,
sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de
tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales.”(Efesios 6:12. La
Biblia de Las Américas)
3. Reflexión en la Palabra de Dios:
Por Charles Stanley con
aportes de Fernando Alexis Jiménez
En cierta conferencia
que dicté en una congregación, una persona –de mucha trayectoria—me expresó su escepticismo:
“No creo que el demonio nos ataque”.
Esa es la misma reflexión que hacen muchas personas. Consideran al enemigo
espiritual como alguien inofensivo.
Le invito a considerar la enseñanza del reverendo Charles
Stanley: “Como soldados del ejército de Dios, peleamos una batalla espiritual.
Para mantenernos firmes, debemos estar vestidos con el atuendo de batalla cada
día.
Asegúrese de
que sus pies estén calzados con el evangelio de la paz. Las botas de los
militares romanos tenían abrazaderas para ayudar a los soldados a mantenerse
firmes en la batalla. Del mismo modo, nuestro “calzado” espiritual nos da la seguridad de que tenemos paz con
Dios, y de que estamos seguros en Él (Juan 10.28).
Lleve el
escudo de la fe. El recurso
más poderoso que tenemos como creyentes, es nuestra fe. Ella nos ayuda a
resistir las tentaciones del enemigo. Estamos bien protegidos detrás del escudo
de la fe.
Use el yelmo
de la salvación. La mente es
el campo de batalla de Satanás; necesita ser protegida concienzudamente y de
manera efectiva. En una batalla espiritual, la seguridad de que somos salvos
nos ayudará a rechazar las mentiras del enemigo, que pudieran llevarnos a dudar
de Dios o a pensar de manera contraria a su Palabra.
Lleve la espada
del Espíritu. La Palabra de
Dios es un arma de ataque y también defensiva. Ella ataca en favor del
evangelio (Hebreos 4.12), y también nos protege. Como lo demostró el Señor
Jesús en la tentación del desierto, el diablo no puede sostenerse delante de
ella.
La batalla espiritual que se libra a nuestro alrededor es
real y feroz (Efeios 6.12). No estamos en la reserva, esperando simplemente a
ser llamados. Estamos en la guerra. Soldado del Señor: ¿Está usted totalmente
vestido para la batalla?”
Volvernos a
Dios y encontrarle es posible. Basta que dispongamos nuestro corazón para esa
búsqueda que comienza y siempre proseguirá en oración. Aparte tiempo y un lugar
secreto para orar. Es la mejor decisión que jamás podrá tomar, y que sin duda,
le resultará altamente satisfactoria y enriquecedora para su vida personal y
espiritual.
Si tiene
alguna inquietud, por favor no dude en escribirnos a webestudiosbiblicos@gmail.com o llámenos
al (0057)317-4913705
4. Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:
a. ¿Cree usted en los ataques del enemigo?
b. ¿Ha experimentado ataques del enemigo?
c. ¿Desestima usted que el adversario espiritual
pueda ser su enemigo?
d. ¿No cree que el diablo exista?
e. En adelante cubriré mi vida y la de mi familia
con la sangre del Señor Jesús que nos protege del ataque del enemigo
© Fernando Alexis
Jiménez
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