Dios nos llama a experimentar crecimiento espiritual |
2. Versículo para memorizar:
“Pues somos la obra
maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las
cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.”(Efesios 2:10. NTV)
3. Reflexión en la Palabra de Dios:
Quienes conocen a Dios y
siguen su dirección, tendrán paz espiritual, gozo y contentamiento. Para
descubrir su propósito para nuestra vida, el primer paso es recibir a
Jesucristo como Salvador personal.
Nuestra parte en la salvación es reconocer delante de
Dios que hemos vivido en rebeldía contra Él porque queríamos hacer nuestra
propia voluntad (Romanos 3.23). Al declarar nuestra convicción de que la muerte
de Jesús pagó totalmente nuestra deuda por el pecado, tenemos que pedir el
perdón de Dios.
Al reconocer a Jesucristo como Salvador personal y Señor,
consagramos nuestra vida a Él (Romanos 10.9; Gálatas 2.20; 1 Juan 1.9). Puesto
que Él tiene ahora el control, las órdenes a cumplir y la dirección vendrán de
Él. Al llegar a formar parte de la familia de Dios, tenemos su Espíritu que nos
ayuda a descubrir y cumplir el propósito de nuestro Padre celestial.
El propósito de Dios para sus hijos incluye la
santificación, la mayordomía y el servicio. Y recuerde que usted como cabeza de
hogar o esposa, tienen la enorme responsabilidad de unir sus hijos en intimidad
con Dios. Si permite que tengan una buena relación con el Padre celestial,
experimentarán cambios que se reflejarán en la vida de hogar.
Recuerde lo que enseñan las
Escrituras: “Dios los salvó por su
gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de
Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así
que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo. Pues somos la
obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que
hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.”(Efesios
2:8-10. NTV)
La santificación se refiere al crecimiento
continuo en santidad. El Espíritu Santo transformará, con nuestra cooperación,
nuestro carácter para que lleguemos a parecernos más al del Señor. Mayordomía significa administrar el tiempo, los
talentos y las bendiciones que Él nos ha dado. Y elservicio para
el reino debe caracterizar nuestras vidas, así como caracterizó la vida del
Señor Jesús (Mateo 20.28). Servimos a nuestro Padre celestial al ayudar
obedientemente a otros.
Buscar con empeño la voluntad del Señor, afecta nuestro
carácter, la manera en que invertimos nuestros recursos para su reino, y cómo
ayudamos a los demás.
Si no ha recibido a Jesucristo
como su Señor y Salvador, le invitamos para que lo reciba hoy. No se
arrepentirá.
© Charles Stanley con
aportes de Fernando Alexis Jiménez
4. Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:
a. ¿Cómo anda su relación con
Dios?
b. ¿Cuándo fue la última vez
que pensó en Su Hacedor, Aquél que lo saca de problemas y a quien busca cuando
está en un callejón sin salida?
c. ¿Enseña a su familia de
Dios y de Su Poder?
d. ¿Realiza acaso el altar
familiar?
e. En adelante reconoceré a
Dios en todos mis caminos…
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