Como esposos podemos traer seguridad y solidez a la familia |
1.
Lectura Bíblica: Josué
1:5-16
2.
Versículo para memorizar:
“Nadie podrá hacerte frente
mientras vivas. Pues yo estaré contigo como estuve con Moisés. No te fallaré ni
te abandonaré.”(Josué 1:5. NTV)
3.
Reflexión en la Palabra de Dios:
Cuando asumimos el compromiso de liderar en
familia, debemos tener en cuenta que ejerce directa incidencia sobre tres
áreas: La primera, mi vida personal y
espiritual. ¿Cómo anda mi relación con Dios?¿Ser cristiano está llevándome
a experimentar cambios en mi forma de pensar y de actuar?. La segunda área es
el grado de influencia que ejercemos
sobre otras personas. ¿Qué tipo de liderazgo aplicamos en familia? Es necesario
hacer un alto en el camino y aplicar modificaciones en nuestros patrones de
conducta. La tercera área es el avance
hacia la materialización de nuestros sueños y metas. En el momento que
dejemos de soñar y dar pasos sólidos, aunque a veces parezcan débiles, nos
llevará a un retroceso en el proceso de progresar y traer progreso a nuestra
familia.
Lograr avances
significativos en estas tres áreas es posible cuando somos conscientes que no
estamos solos, que Dios nos acompaña en todos los pasos que damos para cambiar
y mejorar. Él lo dijo muy claro cuando llamó a Josué: “Nadie
podrá hacerte frente mientras vivas. Pues yo estaré contigo como estuve con
Moisés. No te fallaré ni te abandonaré.”(Josué 1:5. NTV)
Cito aquí al autor y conferencista
internacional, Charles Stanley cuando escribe: “Algunas cosas deben venir directamente de Dios, la fuente de toda
sabiduría. ¿Cuántas familias hoy todavía estarían unidas si hubieran buscado
las soluciones de Dios a sus problemas hogareños? ¿Cuántos hijos e hijas
estarían todavía en el hogar si sus padres hubieran llevado sus dificultades al
Señor? Pero a menudo nos negamos a aceptar soluciones de Dios. Queremos
soluciones rápidas a nuestros problemas.”(Charles Stanley. “Trátelo con
oración”. Editorial Vida. EE.UU. 1994. Pg. 15)
Si encontramos tropiezos
en el camino, en la relación familiar, es a Dios a quien debemos recurrir en la
certeza de que responderá a nuestras oraciones y nos concederá la victoria.
Alcanzar grandes metas,
en este caso liderar la transformación en una familia, no es posible en
nuestras fuerzas sino con ayuda de Dios; pero ligado a este primer aspecto, va
uno segundo: debemos ser esforzados y valientes porque nada vendrá como consecuencia
del azar. Todo es consecuencia de lo que hacemos, y más cuando vamos de la mano
del Señor.
Cuando Dios llamó a
Josué, se lo dijo: “Sé fuerte y valiente, porque tú serás
quien guíe a este pueblo para que tome posesión de toda la tierra que juré a
sus antepasados que les daría. Sé fuerte y muy valiente. Ten cuidado
de obedecer todas las instrucciones que Moisés te dio. No te desvíes de ellas
ni a la derecha ni a la izquierda. Entonces te irá bien en todo lo que
hagas. Lee constantemente este libro de instrucción.
Medita en él de día y de noche para asegurarte de obedecer todo lo que allí
está escrito. Solamente entonces prosperarás y te irá bien en todo lo que
hagas. Mi mandato
es: “¡Sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni te desanimes, porque el Señor tu Dios está contigo dondequiera que vayas”».”(Josué
1:1-9. NTV)
Cuánto
esfuerzo y valentía requerimos los esposos. Liderar una familia no es
fácil. No faltan las dificultades en la relación de pareja y tampoco con los
hijos; pese a ello, si avanzamos de la mano del Señor Dios, obtendremos en todo
momento la victoria porque Él nos ayuda.
Dios también llamó a
Josué, y a nosotros hoy, a dejar de lado el temor y el desánimo.
Se constituyen en poderosos enemigos en nuestra vida personal y espiritual si les
permitimos tomar fuerza. Nuestro hogar puede ser sólido y anidar la armonía, si
permitimos que Dios ocupe el primer lugar. ¡Tenemos asegurada la victoria!
Antes de terminar una
pregunta: ¿Ya recibimos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador? Es la mejor
decisión que jamás podemos tomar, porque prendidos de Su mano, emprendemos el
maravilloso camino hacia el crecimiento personal y espiritual. Si le asalta una
pregunta, no dude en escribirnos a webestudiosbiblicos@gmail.com
© Fernando Alexis Jiménez
4.
Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:
a. ¿Buscamos a Dios de tal
manera que Él ocupe el primer lugar en nuestro hogar?
b. ¿Por qué insiste el
autor bíblico en hablar de esfuerzo y valentía cuando avanzamos hacia las
metas?
c. ¿Qué influencia ejercen
en nosotros el temor y el desánimo, cuando avanzamos hacia una
meta?
d. En adelante y como
esposos, lideraremos la transformación de la familia.
©
Fernando Alexis Jiménez
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